20 octubre, 2010 | 10:31 hrs.
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Valores que mueven a un gobierno

Basándose en polémicas menores, que por momentos han bordeado lo farandulesco, la Concertación ha criticado la forma en que el Gobierno representa valores en su actuar.

La discusión puede tomar distintos caminos. Algunos querrán hablar de los “valores con minúscula” y sostener absurdos debates respecto del largo de las faldas o el mayor o menor criterio de algún funcionario público al momento de redactar una minuta. Otros, en cambio, creemos que la verdadera discusión es sobre los “valores con mayúscula” y la mirada de la sociedad que ofrece una coalición de gobierno.

Y es que toda coalición que compite por ser gobierno lo hace porque tiene una visión de la sociedad y un conjunto de propuestas de cómo avanzar hacia un mayor bienestar para las personas. Nuestra coalición también, y especialmente la UDI.

Si se revisa el contenido de las políticas públicas, es casi imposible encontrar neutralidad axiológica: siempre habrá un sustrato valórico en las decisiones. La primera pregunta, entonces, no es si un gobierno debe encarnar sus valores —ello es inherente a la acción pública de la autoridad— sino cuáles son los valores que marcan la identidad de una coalición y del actuar de un gobierno.

La Coalición por el Cambio ha tomado —a mi juicio— un camino valórico que le da identidad y que la diferencia de la Concertación: libertad y responsabilidad individual como valores centrales de las decisiones públicas. Desde una perspectiva global, esto implica pasar desde una sociedad que busca un Estado más asistencial, a un Estado que entrega más decisiones a los individuos, promoviendo la libertad y la responsabilidad personal.

En el caso de este gobierno, esta mirada valórica se traduce en decisiones concretas. Algunos ejemplos: ayer se anunció el aumento de la Subvención Escolar Preferencial, para permitir —entre otras cosas— que más familias puedan elegir el colegio en que sus hijos estudian; después del terremoto, el Ministerio de Vivienda convocó a los afectados a participar en la elección del tipo de vivienda que querían en la reconstrucción; en salud, se está diseñando el bono automático Auge para que sean las personas —y no “el sistema”— las que puedan elegir dónde quieren atenderse. En otro ámbito, el Ingreso Etico Familiar constituirá un derecho para las familias, pero también estará acompañado de un conjunto de deberes que las personas deberán cumplir para poder acceder a los beneficios.

Libertad de opción y responsabilidad individual. Esos sí son valores de un gobierno, y el gran aporte de la UDI en este proceso es contribuir a traducirlos en contenido, hacer cambios profundos y fortalecer una mayoría que adhiera a ellos, dándole permanencia en el tiempo.

 Diputado Ernesto Silva M (La Segunda) – 20 de octubre 2010