26 marzo, 2009 | 10:47 hrs.
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Falta de sintonía

Los principales candidatos presidenciales han elegido temas distintos para escalar en la agenda pública de los últimos días. Pareciera que en esa decisión falta sintonía fina con los temas de preocupación de las personas.

Frei, por una parte, ha levantado la discusión sobre el aborto terapéutico como un tema de debate, análisis y de agenda pública. Sin embargo, este no pareciera ser un tema de mayor preocupación entre las personas en su vida cotidiana, aunque la mayoría de los ciudadanos tenga posición definida en esta materia. Lo que estaría haciendo el candidato oficialista, más que levantar un tema de debate y preocupación nacional, es hacer un guiño y saludo al polo progresista de la Concertación, para sumar apoyos a una candidatura que partió con mucha fuerza pero que ahora le está costando despegar.

Adicionalmente, y en el proceso de primaria que lo enfrenta con el Senador Gómez, el equipo de Frei ha intentado minimizar el efecto y alcance del debate que ambos precandidatos tendrán por televisión. La idea del comando de Frei es que sólo se pueda ver en las regiones que participan de esta primaria (sexta y séptima), y evitar que sea visto en el resto del país. ¿Cuál es la lógica de esta decisión? No parece suficiente el argumento de que los temas del debate son propios de las regiones y diferentes a los temas nacionales o de otras regiones. La decisión del comando del candidato oficialista muestra un problema de sintonía y refleja un estilo de política alejado de los ciudadanos. Hoy se espera una discusión política de cara a los votantes, y lamentablemente en este caso que se ha optado por un camino distinto.

En el caso de la Alianza, por otra parte, después de semanas de trabajar en sus propuestas económicas, Piñera giró sus esfuerzos de posicionamiento hacia la discusión limítrofe que nuestro país enfrenta con Perú. Tanto él como su equipo demandaron con insistencia ser recibidos por la Presidenta para discutir este tema de interés nacional. Y al parecer no lo lograron, puesto que la agenda quedó circunscrita al ámbito de los partidos
Si bien es cierto que el ex presidente Aylwin –ante el conflicto por Laguna del Desierto- hablaba de un pedacito más, un pedacito menos de territorio, las credenciales de la Cancillería y de la Presidenta para enfrentar este conflicto parecen adecuadas. De hecho, han logrado concitar gran unidad en la posición del Estado chileno, en un momento en que la Presidenta además goza de una mejorada popularidad y reconocimiento ciudadano.

En este contexto, la petición de reunión con la Presidenta y la búsqueda intensa de posicionamiento en este tema parecen equivocadas, especialmente cuando existe una institucionalidad para canalizar estas inquietudes, la que se desarrolla a través del liderazgo del Presidente de la República, del apoyo de la Cancillería, del trabajo de las comisiones de Relaciones Exteriores de ambas cámaras del Congreso, y de la labor de los Presidentes de los Partidos Políticos.

La principal preocupación de las personas hoy sigue siendo el empleo. Y en este año de crisis, es evidente que el tema demandará soluciones. Los candidatos podrían sintonizar cada vez más fino con esta preocupación, e insistir en este tema en sus agendas, pidiendo a la Presidenta, por ejemplo, que los reciba para tratar con urgencia y profundidad sus propuestas para prevenir el desempleo y generar más puestos de trabajo. Pareciera que los candidatos están priorizando temas que les permiten presencia en la agenda pública antes que temas que requieren de sus propuestas, ideas e iniciativas para producir cambios relevantes.

 Ernesto Silva M (Diario Financiero) – 26 de marzo 2009