18 junio, 2015 | 14:20 hrs.
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Ernesto Silva: «Por primera vez tenemos un gobierno incompetente, más allá de su mirada ideológica»

Columna Pulso-El diputado afirma que el país está «paralizado» y que el Gobierno se dejó capturar bajo la lógica del PC.

-Dice que La Moneda no está en posición de darse «gustos ideológicos» en la discusión por nueva Constitución.

Un país dividido en dos, entre el «Chile real» y el «Chile judicial» es la tesis que hace días impulsa el ex presidente de la UDI, Ernesto Silva, respecto a la actual situación del país.

El primero, el de las necesidades ciudadanas que a juicio del diputado por Las Condes no están siendo cubiertas, ya que el país se encuentra «paralizado»; el segundo, la discusión que dan las cúpulas respecto a los casos judiciales en curso, lo que frena la acción política. Afirma que existe «un vacío de conducción» por parte de Michelle Bachelet, y también reposiciona como un desafío de la UDI volver a sintonizar con la ciudadanía, tal como lo hicieron en la discusión de la Reforma Educacional y la Tributaria.

¿La responsabilidad de recuperar la prioridad por el «Chile real» al que alude es exclusiva del Gobierno o también de la oposición?

-Cuando estamos en una crisis tan fuerte como esta, la tarea de toda la sociedad es colaborar para que el país salga adelante. Llevamos meses esperando que el Gobierno asuma ese liderazgo y no lo han hecho, y si no lo van a hacer, quienes estamos en la conducción política, en los partidos, tenemos que asumirlo. Hemos visto de manera muy sistemática que la Presidenta ha tenido todas las oportunidades para ejercer liderazgo, pero no lo ha hecho. Ha ejercido autoridad al cambiar ministros, pero no liderazgo. Esta inacción ha provocado tener un país partido en dos, entre lo judicial y lo real.

¿Se sienten legitimados como una oposición que justamente con sus casos contribuyó a lo que llama «Chile judicial» para cuestionar al Gobierno?

-Lo que veo es que la oposición el año pasado con la Reforma Educacional pudo interpretar un sentimiento ciudadano, parte del Chile real. Creo que lo que ha pasado este año a raíz de los casos judiciales ha sido algo muy complejo, pero nosotros lo hemos enfrentado hablando con la verdad, asumiendo responsabilidades y actuando en consecuencia, algo que no ha hecho la izquierda. Por eso nos sentimos habilitados para cumplir nuestro rol de defender a esos chilenos que viven en el Chile real.

¿Cómo se sale de esta situación que señala?

-Si el Gobierno se va a quedar atrapado en el Chile judicial, nosotros nos vamos a hacer cargo del Chile real. Llegó no sólo el tiempo de las ideas, sino también del pragmatismo. Durante muchos años los Gobiernos de la Concertación y la Alianza se caracterizaron por miradas distintas de la sociedad, pero funcionaban.

Por primera vez tenemos un Gobierno incompetente, más allá de su mirada ideológica. Chile hoy está paralizado, el Gobierno está paralizado y nosotros dijimos hace un año que el Gobierno tuviera cuidado con dejarse capturar por la lógica del Partido Comunista. Eso se consolidó. Las frases y los slogans tienen capturada a la Presidenta y al Gobierno con algo que no saben implementar, con conceptos de políticos y políticos que piensan que Venezuela es un ejemplo a seguir.

¿La Nueva Mayoría sucumbió a la influencia del PC?

-Nada va a andar bien cuando el liderazgo ideológico de la Nueva Mayoría esté predominado por quienes creen que Venezuela es un ejemplo a seguir. ¿Cómo se puede reposicionar la agenda del «Chile real» si en septiembre se inicia el «proceso constituyente»?

-El Gobierno no tiene derecho a darse gustos ideológicos cuando el país no funciona y eso lo sufren los chilenos de clase media y de esfuerzo. Y ante la idea del proceso constituyente, ¿sabes lo que le digo a la izquierda? Nueva Constitución ahora, pero sin trampa.

Digan lo que quieran, presenten su propuesta, discutámosla y votémosla. Pero no empiecen con el proceso tramposo de querer hacer un debate ideológico. No quiero que se use el supuesto proceso constituyente para no gobernar el Chile real. ¿Ve empoderada a la dupla de Jorge Burgos (Interior)-Rodrigo Valdés (Hacienda)?

-Quiero ser optimista y pensar que el ministro de Interior y el ministro de Hacienda saben lo que tienen que hacer, pero no tengo claro si van a poder hacer lo que hay que hacer. Ha pasado mes y medio desde que asumieron y el Gobierno sigue preso de un Chile judicial. Usted dijo que «un partido que no se reinventa queda obsoleto, uno que no es capaz de leer el futuro y sus desafíos muere».

¿Cuáles son los desafíos de la UDI?

-Habíamos iniciado un proceso de transformación muy profunda que tenía que ver más con que la forma de vincularse con la ciudadanía y hacer política es y será muy diferente y ese proceso creo que lo empezamos a experimentar con fuerza en la Reforma Educacional.

Más allá de los casos judiciales la política no se puede inmovilizar y yo estoy convencido que la UDI tiene que seguir su proceso de innovación, tiene que ofrecer una respuesta de futuro y eso implica modernizarse en sus procesos de participación, en la manera que se relaciona con la comunidad y la forma que hace oposición hoy día. Eso se debe traducir en un nuevo proceso político de futuro. En casos como De la Rúa (Argentina, 2001) o Lugo (Paraguay, 2012) se optó por la renuncia o la destitución.

¿El actual escenario da para pensar alguna de esas opciones?

-Creo que la Presidenta tiene que asumir que el país necesita liderazgo, y ejercerlo. Quiero que la Presidenta asuma esa realidad y la enfrente más que pensar en esos otros escenarios.

¿El cambio de gabinete no ayudó a superar la crisis?

-Hay un vacío de liderazgo y de conducción. Esperaba que el cambio de gabinete ayudara a eso, pero no sirvió.

¿Cuán complejo sería para Bachelet caer en puntos de adhesión? Ya va en un 24%.

-Quizás una de las cosas que más preocupa es que la Presidenta Bachelet se caracterizó por tener una sintonía con la ciudadanía, esa sintonía se quebró. Algunos dicen que este Gobierno se acabó, yo iría más allá, diría que el gobierno de la Nueva Mayoría se acabó y ahora empieza el del Chile real.

¿Con qué vara debe ser medida la UDI respecto a si logra o no legítima cercanía a la ciudadanía, las municipales?

-Yo tengo esperanza que la UDI sintonice con ese Chile real, y ese es el camino. Dijimos hace un año que queríamos ser parte de una oposición social y eso está muy vigente. Si es que la UDI y la centroderecha interpretan al Chile real y propone respuestas de futuro desde nuestras ideas vamos a poder enfrentar de buena forma las municipales, más allá de los casos judiciales y se resuelvan o no, hay que tomar su propio camino.

Esa es la única prioridad que tenemos para poder salir adelante. Si somos sistemáticos y audaces creemos que podríamos ser una fuerza que represente a la mayoría social. La ex candidata Evelyn Matthei incluso planteó la posibilidad de elecciones presidenciales adelantadas…

-Creo que las elucubraciones políticas son parte de lo que tenemos que dejar atrás. El próximo lunes varios militantes UDI serán formalizados.

¿Concuerda con la determinación de la mesa de no estar presentes y entregar respaldo?

-Ese día más allá de gestos políticos, es un día para gestos más humanos.

¿Qué diferencia a la gestión de Hernán Larraín de la suya? al menos en el tema judicial ha sido mera continuidad.

-Creo que lo ha hecho muy bien, está conduciendo la UDI en una etapa muy difícil y ha marcado una línea de trabajo y necesita el apoyo de todos. Hemos estado en un entorno de dificultad muy grande y no creo que se puedan hacer comparaciones. Creo que tenemos que preocuparnos del futuro de la UDI y tenemos la convicción que tenemos que realizar una renovación profunda.

Fuente: El Pulso – Versión Impresa – 18 de junio de 2015